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Farmacocinética Básica

Actualizado: 26 jul 2021

La Farmacocinética (FC) revisa lo que el organismo le hace al fármaco...

La Farmacodinamia (FD) estudia lo que el fármaco le hace al organismo...


La FC estudia la Absorción, la Distribución, el Metabolismo y la Excreción de una sustancia. Estos 4 factores son los determinantes:

  • del inicio de acción de la droga,

  • de la intensidad de sus efectos y

  • de la duración de los mismos.


Absorción


Para los medicamentos de uso oral, la absorción se realiza en una o varias partes del tubo digestivo. A diferencia de las sustancias de uso parenteral, que se incorporan casi al 100% a nuestro organismo, los medicamentos orales tienen porcentajes variables de absorción, pues una parte de ellos puede inactivarse por la acidez estomacal y perderse a través de las heces.


Para evitar este efecto puede recurrirse a presentaciones con cubierta entérica, las cuales permiten franquear esta etapa y ser absorbidos en la parte alta del intestino delgado, un recurso farmacéutico también útil en caso el medicamento sea un irritante gástrico.


Para el caso de sustancias con una vida media corta, puede ser conveniente apelar a las presentaciones de liberación prolongada, que permiten mantener concentraciones en rango terapéutico durante un tiempo algo más largo.


Una vez en el intestino, intentará alcanzar su objetivo de hacerlo llegar a la circulación a través de alguno de los siguientes mecanismos principales:


  • Difusión Pasiva (gradiente simple)

  • Difusión Facilitada (gradiente más transportador)

  • Transporte Activo (transportador y pese a un contragradiente)


En el caso de moléculas extraordinariamente grandes, puede incluso apelarse a procesos de endocitosis primaria (luminal) y exocitosis secundaria (vascular).


La Difusión Pasiva es el mecanismo de absorción mayoritario. Requiere una gradiente de concentración favorable lumen/plasma, y una adecuada liposolubilidad de la droga, que le permita atravesar sin inconvenientes la membrana celular del enterocito.

Para moléculas más grandes, puede que la simple gradiente no baste, y haya que recurrir a un transportador; es a lo que llamamos Difusión Facilitada. Si bien no demanda energía, el transportador puede saturarse, o verse inhibido por otros compuestos que compiten por él.


El Transporte Activo exige la presencia de una proteína transportadora, además de demandar energía por tratarse de un flujo contragradiente. Al igual que el anterior, puede ser saturado o inhibido por sustratos competitivos.


En este punto hay que decir que la gran mayoría de fármacos se presentan como ácidos débiles o bases débiles, esto es, no son ni muy ácidos ni muy básicos, lo cual garantiza que atraviesen la barrera intestinal sin problemas acarreados por su polaridad.


Finalmente, la mayor extensión superficial del intestino delgado (unas 1000 veces más que la del estómago), así como su mejor irrigación sanguínea, hacen de la región enteral la más propicia para la absorción de medicamentos de ingesta oral.


El Sistema de la Glicoproteína P


Se trata de proteínas transportadoras transmembranales pero de sentido opuesto a las que hemos señalado para la absorción. Si unas meten, estas sacan!


Este sistema está presente en diversos órganos y cumple funciones trascendentales, como:

  • evacuación de metabolitos desde el hepatocito a la vía biliar,

  • secreción de fármacos del vascular hacia el lumen del tubuli renal,

  • devolver sustancias que atravesaron la placenta a la circulación de la madre,

  • hacer retornar medicamentos absorbidos del enterocito hacia la luz intestinal, y

  • bombear fármacos que atravesaron la barrera hematoencefálica de vuelta a la sangre.


Biodisponibilidad


Es la fracción del fármaco suministrado que alcanza la circulación sanguínea. Salvo la vía endovenosa, que ofrece un 100% de biodisponibilidad del medicamento, para todo el resto de vías de administración, y especialmente la oral, su porcentaje es variable.


Entre los factores que más afectan la biodisponibilidad se encuentran el Metabolismo de Primer Paso y la Solubilidad de la droga.


Metabolismo de Primer Paso


Cuando un fármaco ingresa al organismo por vía digestiva, deberá pasar primero por el sistema venoso portal, que lo lleva directamente al hígado sin pasar por la circulación sistémica. Los medicamentos de metabolismo rápido van a verse depletados casi inmediatamente, reduciéndose así la cantidad del fármaco disponible para ejercer sus efectos sistémicos.


Solubilidad


Si fueran muy hidrófilos no atravesarían las membranas celulares, pero si fuesen muy hidrófobos, ni siquiera llegarían al reborde intestinal, que es un medio acuoso y el sitio donde deben absorberse. Es por tal razón que suelen ser predominantemente hidrófobos (liposolubles), pero con cierto grado de polaridad, como ocurre con los ácidos y bases débiles.


Un medicamento sin metabolismo de primer paso y de adecuada solubilidad va a estar disponible para actuar de manera más pronta y suficiente, y es el ideal en la mayoría de circunstancias; es a esta fracción de la dosis a la que llamamos biodisponible.


Distribución


La Distribución es el proceso mediante el cual un medicamento abandona el torrente circulatorio para dirigirse al espacio intersticial, donde podrá tomar contacto directo con los tejidos y ejercer sus efectos.


La distribución está referida, en último término, al espacio del líquido corporal en el que la droga habrá de irse repartiendo. La Fisiología Humana los define así:


A = Líquido Plasmático = 5% del peso corporal

B = Líquido Intersticial = 15% del peso corporal

C = Líquido Extracelular (A+B) = 20% del peso corporal

D = Líquido Intracelular = 40% del peso corporal

E = Agua Corporal Total (C+D) = 60% del peso corporal


No todas las drogas tienen igual capacidad para acceder a los varios compartimentos que alojan agua en el organismo, pues difieren en su molaridad, solubilidad y su unión a proteínas plasmáticas.


Para un fármaco absorbido al 100%, como una medicina inyectada endovenosamente, y que se distribuyese solamente en el espacio intravascular, el Volumen de Distribución resultaría de dividir la dosis que ha sido suministrada entre su concentración plasmática.


La situación descrita es del todo ideal e hipotética, pues hay factores de distribución que no tienen absolutamente nada que ver con las propiedades del medicamento, como el grado de perfusión sanguínea de un órgano o la permeabilidad de sus capilares. Es por ello que hoy se prefiere hablar de Volumen de Distribución Aparente (VDA).


En cuanto a los espacios de distribución, debemos considerar los compartimentos antes mencionados como nuestra principal referencia, sin olvidar que el VDA es mayor en los obesos y edematosos, y se reduce en los caquécticos y deshidratados.


Abordemos estos compartimentos con más detalle:


1: Compartimento Plasmático


Aloja aquellas drogas de alto peso molecular o que se unen extensamente a proteínas plasmáticas; su gran tamaño les impide escapar por el espacio entre células endoteliales, de modo que quedan atrapadas en el vascular.


Líquido Plasmático = 5% del peso corporal


2: Compartimento Extracelular


Aloja drogas de bajo peso molecular e hidrófilas; pueden escapar por las fisuras que dejan las células del endotelio capilar, por lo que acceden al espacio intersticial, vale decir, con acceso a todo el espacio extracelular.


Líquido Extracelular = 20% del peso corporal


3: Compartimento Corporal Total


Aloja drogas de bajo peso molecular e hidrófobas; pueden atravesar las membranas celulares, por lo que pueden ingresar al intracelular; salvo por la barrera hematoencefálica, tienen acceso a toda parte del cuerpo.


Agua Corporal Total = 60% del peso corporal


En efecto, no todo medicamento cumple estrictamente la regla de distribuirse de manera exclusiva en uno de los compartimentos señalados, pues hay una serie de factores que alteran su distribución en el organismo.


Analicemos someramente cada uno de ellos:


1: Flujo Sanguíneo


No es el mismo para todos los tejidos. Hay unos que reciben mucho, como cerebro, hígado y riñones, y otros que reciben poco, como la piel, el tejido adiposo y la musculatura esquelética. A mayor flujo, más rápido será el inicio de acción de un fármaco, pero más corta la duración de sus efectos. Lo contrario caracteriza a tejidos con menor flujo, lo que explica se requieran dosis de carga o tener que aguardar por su saturación.


2: Permeabilidad Capilar


El espacio entre las células endoteliales puede ser amplio o estrecho, esto es, la pared capilar puede o no mostrar hendiduras, respectivamente. En el primer caso, permitirá el paso de proteínas transportadoras, como la albúmina, en tanto que en el segundo, los fármacos requerirán atravesar las células endoteliales o valerse de un transportador para alcanzar su destino.


3: Unión a Proteínas Plasmáticas y Tisulares


Numerosos fármacos pueden ligarse de manera reversible a las proteínas presentes en el plasma sanguíneo y en los tejidos. En ambos casos van a fungir de reservorios del medicamento: en el primero, manteniendo una concentración en sangre que garantice lo propio para su fracción libre; en el segundo, prolongando sus efectos en la inmediata proximidad tisular.


4: Solubilidad y Afinidad


Los medicamentos hidrófobos o liposolubles atraviesan con facilidad las membranas celulares, mientras que las drogas hidrófilas o hidrosolubles no, sin más camino que pasar por las discontinuidades originadas por la separación entre las células endoteliales de la pared capilar.


Sin embargo, cada fármaco tiene propiedades muy disímiles, como tamaño y peso de sus moléculas, polaridad, solubilidad en diversos medios, unión a proteínas, afinidad tisular, y un largo etcétera. Algunas favorecen su presencia en un compartimento, en tanto otras hacen lo propio por un espacio corporal distinto. Es así cómo cada fármaco puede terminar ubicado en varios de ellos en proporciones variables.

Volumen de Distribución Aparente


El VDA es un término más apropiado que el simple VD, pues toma en cuenta el hecho que difícilmente una sustancia pueda circunscribir su presencia a uno de los clásicos compartimentos definidos por la fisiología humana.


La ciencia farmacológica, y en especial la farmacocinética, ha permitido establecer los VDA para casi todo tipo de sustancia de la farmacopea actual. A partir de estos datos, la industria farmacéutica puede ofrecernos las diversas formas de presentación de los medicamentos que son materia de prescripción.


Su valor se expresa en unidades de volumen, aunque usualmente corregido para el peso corporal. No siempre consignados en los insertos de los medicamentos, siempre pueden consultarse en libros de farmacología o artículos publicados respecto al tema.


Un VDA expandido prolonga sensiblemente la Vida Media de una droga, pues la mayor parte del fármaco se encontrará en el extravascular, y no disponible para los órganos encargados de excretarlo, como hígado (bilis) y riñones (orina). Todo lo contrario puede aseverarse respecto a situaciones que lo contraigan.


Metabolismo


El Metabolismo de cualquier sustancia es la parte más compleja de todo este proceso, pues se trata de aquellas reacciones químicas que van a desencadenarse en el cuerpo para permitir su aprovechamiento y posterior evacuación.


Formalmente puede ser definido como un conjunto de reacciones químicas mediante las cuales la droga pasa de una forma liposoluble, requerida para su absorción y distribución, a una forma hidrosoluble, que permita su eliminación.


El sitio principal del metabolismo de los fármacos es el hígado. Y aunque suelen irse inactivando en la medida que son procesados, algunos de sus metabolitos intermedios pueden presentar actividad farmacológica que, en ocasiones, es incluso mayor que la de su precursor.


Así pues, una sustancia farmacológicamente inactiva o débilmente activa puede dar lugar a un metabolito activo o fuertemente activo, respectivamente. De ser este el caso, hablaríamos de un Pro-Fármaco. El ejemplo típico es el del Enalapril, inactivo, que una vez dentro de nuestro organismo se transforma en el Enalaprilat, activo.


Como dijimos anteriormente, una vez ingerido un medicamento, este deberá absorberse en alguna parte del tubo digestivo, generalmente el intestino delgado, pudiendo o no ser procesado en la pared intestinal. Luego será transportado al hígado a través de las venas del sistema porta, donde será sometido a una serie de reacciones químicas que habrán de terminar de procesarlo, gracias a las enzimas presentes en dicho órgano.


Sin embargo, cabe señalar que hay enzimas metabólicas en muchos tejidos, y no sólo en el hígado. Por otro lado, la velocidad del metabolismo de los fármacos no es igual en todos los individuos. En efecto, para algunos puede ser tan rápido que impide alcanzar concentraciones sanguíneas y tisulares terapéuticamente eficaces, mientras que para otros puede ser tan lento que puede inducir la aparición de efectos tóxicos.


La velocidad del metabolismo de los fármacos depende de diversos factores: genéticos, comorbilidades (especialmente hepatopatías crónicas) e interacciones farmacológicas.


Dicho esto, vamos a centrarnos en el metabolismo hepático de una sustancia cualquiera que sea empleada como medicamento, que sea administrada, como la inmensa mayoría de sustancias, por vía oral, y que cuente con un alto porcentaje de absorción por nuestro tubo digestivo.


Los procesos a los cuales puede ser sometida una droga incluyen reacciones químicas de muy diversa naturaleza, pero hay dos que son las principales:


  • 1a Fase: Oxido-Reducción e Hidrólisis

  • 2a Fase: Conjugación


Para los medicamentos por vía oral, que son bien absorbidos a nivel gastrointestinal, su característica fundamental es la de ser lipofílicos, esto es, son sustancias hidrófobas que pueden atravesar membranas celulares y alcanzar su objetivo: el hepatocito.


Sin embargo, esta ventaja al ingreso representa una desventaja para su excreción, motivo por el cual deben afrontar un proceso de acondicionamiento químico que facilite su eliminación. Por ende, el organismo intentará ahora convertirlos en compuestos más polares o hidrosolubles.


Dicho proceso es llevado a cabo por el propio hígado, en una secuencia de dos fases que intentará ponerlos a punto para ser evacuados por la orina o la bilis. Hay que señalar que tales fases no son necesariamente sucesivas, pues algunos medicamentos sólo van a experimentar una de ellas y no la otra.


1: Reacciones de Fase I


Incluyen: Oxidación, Reducción e Hidrólisis

Catalizadas por el sistema enzimático del Citocromo P450

  • También llamadas Oxidasas Microsomales de Función Mixta

Su objetivo: Agregar un grupo funcional que confiera mayor polaridad

  • Grupos Amino (NH2)

  • Carboxilo (COOH)

  • Hidroxilo (OH)

Son reacciones de carácter no sintético

Sustancias formadas no son tan polarizadas

Metabolitos finales son aún de difícil excreción


2: Reacciones de Fase II


Incluyen: Conjugación (Glucoronización, Sulfación, Acetilación etc)

Catalizados por sistemas enzimáticos específicos

  • Glucoronidasas como las principales protagonistas

Su objetivo: Agregar compuestos que confieran mejor excretabilidad

  • Acidos Glucorónico, Sulfúrico o Acético

  • Aminoácidos, como Glicina o Glutamina

Son reacciones de carácter sintético

Sustancias formadas son más polarizadas

Metabolitos finales son de más fácil excreción


En muchos casos, el fármaco absorbido ya posee grupos Amino, Carboxilo o Hidroxilo, y por ende puede sortear la Fase I, pasando directamente a la Fase II. En otros, como la Isoniazida (INH), primero se acetila (Fase II) y luego se hidroxila (Fase I).


Dicho esto, lo usual es que la Fase I no baste, y los metabolitos intermedios sean aún muy lipofílicos, por lo que deberán afrontar la Fase II.


El objetivo final de todos estos procesos es uno solo: que los metabolitos finales sean lo suficientemente polares como para ser eliminados por las vías de excreción usuales, esto es, los tractos urinario y digestivo, a través de la orina y la bilis, respectivamente.

Cinéticas Metabolicas


La velocidad de metabolización de casi todos los fármacos tiene un límite máximo. Este tope viene dado por la propia capacidad del organismo de procesarlo, la que por cierto no es infinita, y suele depender, entre otros factores, de lo que permita nuestro hígado.


Existen 2 formas básicas de procesamiento de una sustancia medicamentosa, y a ello le llamamos Cinéticas de Orden:


1: Cinética Lineal, de Primer Orden o de Orden Uno


La gran mayoría de fármacos son transformados por mediación enzimática, a una velocidad que habrá de ser directamente proporcional a la concentración del mismo, es decir, un porcentaje constante de la sustancia. Esto permite saber cuál es la Vida Media o Semivida de una droga determinada.


Por otro lado, la velocidad de eliminación, entendida como cantidad de sustancia excretada en un tiempo dado, será variable, y guardará relación directa con la concentración del fármaco.


2: Cinética No Lineal o de Orden Cero


Algunas sustancias deben suministrarse a dosis que pueden saturar muy rápidamente los sistemas enzimáticos, y en tal caso el organismo no nos puede garantizar porcentajes fijos de procesamiento en razón del tiempo. En estos casos, se metaboliza una cantidad o masa fija de la droga por unidad de tiempo.


Por tal motivo, la velocidad de eliminación habrá de ser constante, y no dependerá de la concentración del fármaco, sino de la propia capacidad hepática de sintetizar metabolitos finales del fármaco.


En efecto, a las concentraciones terapéuticas de la mayoría de fármacos, sólo se ocupa una pequeña fracción de los sistemas metabólicos disponibles, por lo que la velocidad del metabolismo puede aumentar al hacerlo la concentración del fármaco. Esto permite que los tenores plasmáticos vayan cayendo en un porcentaje constante, por lo que se puede establecer la semivida del producto. En la Cinética Lineal o de Primer Orden la subsecuente velocidad de excreción será proporcional a la concentración a la que se lo ofrezca al riñón o al sistema biliar.


En cambio, en la Cinética de Orden Cero la velocidad de eliminación no responde a un porcentaje constante, sino que, independientemente de la concentración del fármaco, el hígado sólo puede entregar una cantidad fija de metabolitos de la sustancia. El riñón y las vías biliares recibirán dicha masa, que será la única que podrán eliminar por unidad de tiempo.


Si buscásemos un simil con una situación de la vida común, un buen ejemplo sería el de pasar un jugo por una coladera. La Cinética Lineal equivale a usar una coladera grande, permitiendo que escurra cualquier volumen que sea necesario. En cambio, la Cinética No Lineal equivale a emplear una coladera más pequeña, en la que llegado a un cierto punto se irá reduciendo la filtración por la acumulación progresiva de pequeños residuos de fruta, y por más jugo que agregues lo que la atraviese será más o menos constante.

Algunos Ejemplos de Cinética Lineal y No Lineal


Si en un momento cero (tras tomar el medicamento) el organismo contiene 500 mg del fármaco, pero pasada 1 hora -y en virtud de nuestro metabolismo- quedasen 250 mg, o si transcurridas 2 horas restasen sólo 125 mg, diríamos que la Vida Media o Semivida de esta sustancia es 1 hora. Esta es una Cinética de tipo Lineal o de Primer Orden.


Semivida o Vida Media, es el tiempo que tarda un medicamento

en ver reducida a la mitad (50%) su concentración plasmática...


Sin embargo, cuando se encuentra ocupada la mayor parte de los sistemas enzimáticos, el metabolismo se produce a su velocidad máxima, y esta última no se modifica en proporción a la concentración del fármaco; en su lugar, se metaboliza una cantidad fija de fármaco por unidad de tiempo.


En este caso, si en el instante cero el organismo contiene 500 mg del fármaco, esta cantidad puede haberse reducido a 450 mg transcurrida una hora, y a 400 mg transcurridas dos horas, lo que indica una eliminación máxima de 50 mg/h, sin que exista una semivida concreta. Esta es una Cinética No Lineal o de Orden Cero


De hecho, al ir aumentando la concentración de un fármaco, el metabolismo evoluciona de una cinética lineal (orden uno), a otra no lineal (orden cero). Este es el fundamento para la aplicación de dosis de carga y de depósito para diversos medicamentos. Por otro lado, explica la conducta de fármacos que se acumulan en nuestro tejido adiposo, y cómo se puede incrementar tanto el VDA como la semivida de ciertas drogas.


Citocromo P-450


El sistema enzimático del Citocromo P450 (CYP450) es el más importante de todos los involucrados en el procesamiento hepático de los fármacos. Es una familia conformada por una serie de isoenzimas microsomales, las cuales catalizan reacciones químicas de óxido-reducción, teniendo como Co-Enzima a la NADPH:


Nicotinamida-Adenina-Dinucleótido-Fosfato en Estado Reducido


El CYP450 es el responsable de las reacciones químicas que forman parte de la Fase I del proceso de metabolización de los fármacos, el cual conduce a la oxidación de las drogas. La reacción química básica es la siguiente:


Fármaco + O2 + NADPH + H = Fármaco Oxidado + NADP + H2O


Algunas drogas tienen la capacidad de aumentar o disminuir la actividad catalítica de otros medicamentos, fenómenos conocidos como de Inducción e Inhibición enzimáticas, respectivamente, ambos de trascendental importancia en la valoración de potenciales interacciones farmacológicas.


Si, por ejemplo, un fármaco (A) inhibe la enzima que degrada a un segundo fármaco (B), la presencia de ambos en nuestro organismo podría conducir a que (B) eleve sus tenores en sangre, con el consecuente riesgo de sobredosis. Inversamente, si (A) es capaz de inducir el metabolismo de (B), las concentraciones de este último habrán de disminuir, pudiendo eventualmente alcanzar concentraciones subterapéuticas. Es por ello necesario tener siempre presente estos hechos al momento de prescribir.


Dicho esto, cabe señalar que las enzimas de CYP450 pueden ser inducidas o inhibidas por muchos fármacos, e incluso por otras sustancias no farmacológicas. Conforme a lo señalado en el párrafo precedente, esto conduce a interacciones farmacológicas en las que un fármaco potencia la toxicidad o reduce el efecto terapéutico de otro fármaco, como en los ejemplos precedentes.


Con el envejecimiento, la capacidad metabólica del hígado a través del CYP450 se reduce en aproximadamente 30% por la disminución del tamaño y del flujo sanguíneo hacia este órgano. Es por ello que, en las personas de edad avanzada, los fármacos que se metabolizan a través de esta vía alcanzan mayores concentraciones y presentan semividas más largas. Lo mismo ocurre en el otro extremo de la vida, cuando los recién nacidos no tienen aún plenamente desarrollados sus sistemas enzimáticos microsomales.


Finalmente, cabe mencionar que isoenzimas del CYP450 están presentes en las células epiteliales del intestino delgado, y son responsables del metabolismo de primer paso que corre a cargo de los enterocitos. No obstante, se trata de un porcentaje menor si se lo compara con el nivel de depuración que se efectúa en el hígado.


Conjugación


La formación de glucurónidos es la reacción de fase II más importante y es la única que se lleva a cabo en el sistema de enzimas microsomales del hígado. Los glucurónidos se secretan en la bilis y se eliminan en la orina. La conjugación aumenta la solubilidad de la mayoría de los fármacos y facilita su excreción renal.


Aquellos que alcanzan la vía biliar y son devueltos al intestino, pueden retornar al hígado vía circulación enterohepática, lo cual prolonga la vida media del fármaco.


La conjugación también puede consistir en acetilaciones, sulfuraciones o unión con los aminoácidos glutamina o glicina, todos los cuales se excretan con relativa facilidad por la orina pero no en la bilis.


Ninguno de estos procesos de conjugación se ve afectado por el envejecimiento.


Excreción


Hemos llegado al último punto de la farmacocinética básica, el cual tiene que ver con la evacuación de todos los subproductos del metabolismo medicamentoso: la Excreción. Para poder entenderlo hay que dedicarle unas palabras al transporte de los fármacos y de sus referidos subproductos.


Los mismos deben ser suficientemente polares como para permitir que sean evacuados eficientemente por un medio acuoso: la orina. Las drogas pueden llegar al riñón en forma libre o unidas a las proteínas plasmáticas, y especialmente a la albúmina. Una vez arribe, este órgano va a valerse de diversos sectores del nefrón, su unidad funcional:


1: A nivel Glomerular


El fármaco libre pasa a través de la cápsula de Bowman y se incorpora al volumen de filtración glomerular, prosiguiendo su trayecto por el tubuli renal.


2: A nivel del Tubo Contorneado Proximal


La cantidad de fármaco que no ha podido ser filtrada sigue su trayecto por la arteriola eferente, que forma un plexo alrededor del TCP. Es desde este punto que el medicamento será secretado activamente hacia la luz del tubuli, empleando un par de sistemas transportadores: uno aniónico y otro catiónico, dependiendo de la relativa polaridad de la sustancia.


3: A nivel del Tubo Contorneado Distal


En la medida que avanza por el tubuli, y se reabsorbe agua en el asa de Henle, la concentración del fármaco irá aumentando, estableciendo un gradiente que favorece su reabsorción pasiva.


Si es hidrófoba o liposoluble, la droga podrá atravesar las células epiteliales y reabsorberse sin inconvenientes, pero si es hidrófila, y tanto más cuanto más polar sea, seguirá su curso y se evacuará con la orina.


En ocasiones buscamos eliminar rápidamente ciertos medicamentos, como ocurre ante una sobredosis, y en tal caso podemos recurrir a la modificación del pH urinario. Este fenómeno se conoce como Atrapamiento Iónico, y consiste en alcalinizar la orina para favorecer la evacuación de ácidos débiles, o de acidificarla para eliminar bases débiles.


El fundamento de este proceso es que al modificar el pH urinario, la droga se habrá de mantener en forma ionizada, minimizando la cantidad que difunde retrógradamente, vale decir, que resulta reabsorbida.



 
 
 

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© 2019 por Dr. Ricardo Santos, Cardiólogo, Director del Centro Cardiológico Nazarenas (CCN) y del Centro Peruano de Hipertensiología (CPH) en Lima-Perú

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