Ejercicios Cardiosaludables
- Ricardo Santos

- 23 ago 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 nov 2019
Con frecuencia escuchamos hablar de los ejercicios Cardio, apelando a esta abreviatura para referirse a los también llamados Ejercicios Cardiovasculares, aunque mi impresión es que un término más adecuado sería el de Cardiosaludables.
De lo que se trata en realidad es de lo que siempre hemos conocido como ejercicios dinámicos, isotónicos o aeróbicos. Llámanse así porque implican movimiento (dinámicos), por generar fuerza muscular acortando la longitud de las fibras musculares (isotónicos), y por emplear oxígeno para combustionar la fuente de energía (aerobiosis).
Su contraparte son los ejercicios estáticos, isométricos o anaeróbicos. Reciben estos nombres porque no implican desplazamiento alguno (estáticos), por generar fuerza sin acortar la longitud de las fibras musculares (isométricos), y por no requerir de oxígeno para combustionar la fuente de energía (anaerobiosis).
La diferencia básica entre estos dos tipos de esfuerzo, desde el punto de vista cardiovascular, es que en los primeros se produce una gran elevación de la frecuencia cardíaca, y muy poco aumento de la presión arterial, mientras que en los segundos se incrementa muy poco el ritmo cardíaco y a cambio se eleva mucho la presión.
Los ejercicios más saludables para el corazón son los primeros, los aeróbicos, como puede ser el correr o trotar, nadar, montar bicicleta (aunque sea una estacionaria) o cualquier actividad que implique el uso simultáneo de grandes y variados grupos musculares; incluso, el simple hecho de bailar. El fundamento de tal beneficio es que una buena proporción de nuestros músculos se compromete en el esfuerzo, por lo que se dilatan los vasos sanguíneos de una parte importante de nuestro organismo, explicando que la presión arterial suba poco, y en cambio el corazón eche mano del recurso de aumentar sus latidos.
Los ejercicios anaeróbicos, por el contrario, comprometen sólo contados músculos, de manera específica aquellos involucrados en levantar una pesa, o el sector que alguna máquina intente desarrollar, de suerte que el resto de la musculatura, la mayor parte en verdad, recibirá menos cantidad de sangre. Esto se explica por el fenómeno de vasoconstricción, una especie de cierre parcial, temporal y generalizado de los vasos sanguíneos en los tejidos no implicados, lo cual aumentará la presión arterial, sin que el corazón requiera aumentar su número de pulsaciones.
Sin embargo, este aumento de presión forzará al corazón a latir contra resistencia, vale decir, la oposición que muestran las arterias al bombeo cardíaco, exponiendo al corazón a que le pueda sobrevenir una arritmia indeseable. En otras palabras, no sólo no lo desarrolla, sino más bien lo expone a sufrir una muerte súbita, como ha ocurrido con numerosos fisicoculturistas y famosos levantadores de pesas.
Si pese a lo dicho quieren seguir haciendo estos ejercicios, porque es cierto que benefician la movilidad, la fuerza y potencia de nuestro cuerpo, yo les aconsejo comenzar por estirarse bien, y realizar luego un buen calentamiento aeróbico, para iniciar después su rutina anaeróbica.




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