Mitos en Hipertensión Arterial

La Presión Arterial (PA) es la fuerza con la que el corazón bombea la sangre hacia las arterias en cada uno de sus latidos. La PA tiene dos valores: uno máximo, llamado PA Sistólica (PAS) o Máxima, y uno mínimo, denominado PA Diastólica (PAD) o Mínima.

Los valores normales para cada una de ellas es 90-140 mm Hg (de "9" a "14" cm) para la PAS y 60-90 mm Hg (de "6" a "9" cm) para la PAD. Nótese que los médicos empleamos los milímetros de mercurio, y no los "centímetros" como con frecuencia lo hacen algunas enfermeras, boticarios y público en general.

Con el correr de los años, estos valores se modifican, y esto es especialmente cierto en personas que pasan de los 60 años. Se dice que la PAS sube 1 mm Hg por cada año que pase de los 60. Por ejemplo, si usted tiene 70 años, hace 10 que tuvo 60, de modo que le aumentamos 10 mm al tope de su presión máxima, de modo que el nuevo límite sería 140+10=150 mm Hg ó "15" en el lenguaje popular de las personas. Respecto a la presión mínima, esta en cambio se reduce 0.5 mm por cada año encima de los 60; siguiendo con el mismo ejemplo, esto es, para una persona de 70 años, el nuevo tope de la mínima sería 90-5=85 mm Hg.

La Hipertensión Arterial ó HTA consiste en el incremento de las cifras de la PA. Debo recalcarles que esto no quiere decir que un hipertenso tenga que estar a toda hora del día con la presión alta; de hecho, esto es la excepción. Así que no vaya a pensar que si su presión se normalizó, incluso dejando de tomar pastillas, es porque ya se curó, ya que la presión es un valor oscilante, que cambia de momento a momento.

Lo usual es que aumente más por las mañanas, y es por eso que es en las primeras horas del día donde ocurren la mayoría de desgracias, como infartos, derrames y trombosis. Claro está, no siempre es así, porque hay un grupito de hipertensos predominantemente vespertinos y nocturnos; pero si nos referimos a la gran mayoría, diremos que son hipertensos matutinos. Es por eso que las dosis de medicamentos las solemos prescribir bien temprano. Y cuando incluyen una dosis nocturna, ahi si las retrasamos un poco, pónganse a las 9 ó 10 de la noche, cosa que cuando llegue el amanecer por lo menos quede un "cachito" que siga haciendo su efecto, al menos hasta que el paciente tome su dosis matutina.

Muchos pacientes creen que la hipertensión se cura, y eso tampoco es cierto. Se trata de una enfermedad en la que el organismo "cree", por motivos desconocidos, que la presión que se tiene está muy baja y se necesita una más alta; por ende, establece unos nuevos valores referenciales por encima de lo normal. Lo que hacemos al medicar es engañar al organismo, impedir que se autoagreda al aumentar su presión en la búsqueda de nuevos valores más altos.

Otros pacientes creen que porque no tienen síntomas ya "se les pasó", lo cual es sencillamente falso. Lo que ocurre es que nadie puede vivir con molestias todo el tiempo; si no, acuérdense de alguna muela picada, que pasado un tiempo, por más que no hayan ido al dentista, les deja de doler. En este caso, el paciente se ha acostumbrado a vivir con presión más alta, al punto que cuando los medicamos se sienten mal, y reproducen las molestias de cualquier persona de presión normal a la que se le baja la presión. La medicina lo saca de un rango al que se había acostumbrado incorrectamente para pasarlo a otro más bajo.

La HTA se clasifica en diversos Grados, Niveles o Estadíos, a fin de establecer su severidad. Es así que tenemos los siguientes estadíos:

Estadío 1.- PAS 140-160 y/o PAD 90-100

Estadío 2.- PAS 160-180 y/o PAD 100-110

Estadío 3.- PAS 180-200 y/o PAD 110-120

Estadío 4.- PAS mayor de 200 y/o PAD mayor de 120

Si bien estos estadíos nos sirven grosso modo para decidir con cuántos medicamentos hemos de controlar la presión, su mayor utilidad reside en darnos una idea del momento, duración e intensidad de la enfermedad. Por ejemplo, la hemorragia subconjuntival, más conocida como ojo rojo, suele indicarnos un estadío 2 a 3, mientras que el sangrado nasal habla de un estadío 3 a 4.

Finalmente, merece mencionar que no todos los pacientes pueden tomar cualquier medicina, y lo que le hace bien al vecino no necesariamente te va a hacer bien a ti. Entran a tallar criterios como la edad, el peso y la raza, por sólo mencionar algunos. Por ejemplo, los negros, los gordos y los ancianos tienen HTA muy sensible a la sal, por lo que es común emplear restricciones de sal muy severas o emplear algún diurético como parte del tratamiento.