Pescados Azules
- Ricardo Santos

- 6 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 nov 2019
Si bien es cierto que comer cualquier tipo de pescado resulta beneficioso para el corazón, no lo es menos que existen algunos que muestran ventajas relativas y especialmente importantes para la ansiada cardioprotección.
Los pescados azules, entre ellos el atún, el bonito, la anchoveta, las sardinas, el jurel, la cabaya y el salmón, constituyen una categoría por si misma, pues se trata de pescados paradójicamente grasosos, pero a expensas de ácidos grasos poliinsaturados, los mejores para la circulación, que alcanzan el 5% de su peso. Asimismo, poseen proteínas de alto valor biológico, hasta en un 20% de su contenido, y muy bajo poder calórico, por lo que ayudan a mantenernos en un peso ideal, alejándonos de la obesidad.
Los pescados blancos, aquellos que tanto nos gustan para preparar un cebiche o un pescado frito, sólo tienen 2% de ácidos grasos poliinsaturados; en otras palabras, 60% menos que lo ofrecido por los pescados azules.
Las ventajas de estos últimos no se limitan a la calidad de su grasa o su riqueza proteica, sino que tienen además un alto contenido en vitaminas A, D y E, vitaminas liposolubles que cumplen importantes funciones antioxidantes, retardando el envejecimiento. Lo mismo podemos decir de su riqueza en vitamina B12 ó Cianocobalamina, fundamental para la formación de los glóbulos rojos, como para mantener controladas las cifras de homocisteína, otro potencial agresor de nuestra vasculatura.
En cuanto a sus efectos directos sobre el aparato cardiovascular, se han demostrado sus dotes para reducir la presión arterial, la incidencia de arritmias y de muerte súbita asociada al infarto agudo de miocardio. Asimismo, para elevar el colesterol bueno o HDL y disminuir las cifras de colesterol malo o LDL.
En lo que respecta a sus beneficios en otras esferas de nuestra fisiología, este tipo de pescados es muy rico en Fierro, Zinc, Calcio, Fósforo y Yodo, por lo que nos ayuda a evitar la anemia, la osteoporosis y el hipotiroidismo. En cuanto a su estructura proteica, nos aportan aminoácidos esenciales como la Lisina y el Triptófano: la primera sirve para producir tanto colágeno como calmodulina, un regulador del calcio en el corazón y el cerebro; el segundo es el precursor de la serotonina, un neurotransmisor cuya carencia produce la enfermedad depresiva.
Lo recomendable es consumir pescados azules entre 2 y 3 veces por semana.




Comentarios